Otra vez, las diferencias que aparecen entre los países de Primer Mundo con los de Latinoamérica con el mundo de la educación, la influencia de la Revolución Industrial, la especificación de las profesiones de acuerdo a lo que se entendía como: para crecer la productividad de las empresas en el siglo XVIII. Y sobre todo, la influencia de los avances de la ciencia a la mano de la tecnología, en las mentes de los niños y jóvenes de esos países avanzados para aprender a aprender y desempeñarse hoy en día en sociedad apoyados con las tecnologías digitales.

Un ejemplo lo acabo de contemplar en la Tesis de Doctorado de este mes de junio del colega Santiago Alonso Palmas Pérez (Se pueden buscar sus materiales en el buscador de Google, con sólo su nombre.) donde mantiene la tesis, que al apoyarse en los conocimientos previos de matemáticas de los adultos, cómo llevarlos a comprender y así potenciar su mente con el apoyo de las aplicaciones de matemáticas en los gadgets para resolver problemas del día a día de manera eficaz. Y así  no caer en el mundo de la economía avasalladora de China, por ejemplo. Véase una recreación de este paradigma educativo en el siguiente cartón de Polo Jasso en el periódico Milenio del 12 de julio de 2016.

Propuestas por donde educar a nuestra población aparecen en diferentes centros de capacitación (www.cese.edu.mx)  y de divulgación de la ciencia (http://kairaac.org.mx/), que se reflejarán en sus formas de desempeño en el día a día, apoyándose en los dispositivos móviles, pero también obteniendo recursos económicos del e-commerce como ocurre con ciudadanos de países de primer mundo y de Latinoamérica: Brasil, Colombia, … Por ejemplo, en Finlandia, ¿Cuáles son las acciones concretas que se realizan dentro de las escuelas? Y que casi aseguro que la enseñanza de las ciencias duras es bajo el esquema de gestión de un conocimiento propio del estudiante.